La moda de ser feliz

Ser feliz está de moda. Todos tenemos la obligación de ser felices, y además también de mostrárselo a los demás. Es muy importante que quede constancia de tu felicidad. Pero sobre todo, lo vital es que te autoconvenzas de que todo va muy bien, nada sale mal, y de que nunca has sido tan feliz como ahora.

Desgraciadamente, más a menudo de lo que somos capaces de imaginar, en esta profunda reflexión hay cimentadas vidas enteras. ¡Sé feliz! ¡Hakuna matata! ¡Carpe diem! ¡You only live once!, y ya está, no hay más. Las respuestas a todas tus preguntas debes encontrarlas en esta fútil reflexión.

Este concepto de vida no sólo es ridículo y mediocre, sino que además es terriblemente ingenuo. Esta moda de ser feliz, a toda costa, es un ideal que identifica la paz con la ausencia de problemas y la alegría con el placer. Pero hay algo que este concepto de felicidad ha olvidado, esto es, que existe el dolor y la muerte y que nadie golpea más fuerte que la propia vida. Si hay una certeza que se muestre evidente en nuestras vidas es que el sufrimiento es inevitable.

Heidegger afirmó que el hombre puede tener dos tipos de existencias, éstas son, auténticas e inauténticas. La existencia inauténtica es una continua fuga frente al sufrimiento, oculta su carácter de posibilidad inminente, su naturaleza inevitable e insuperable, y procura olvidarla, no pensar en ella, huir de su incómoda verdad, entregándose a las preocupaciones cotidianas del vivir. El sujeto inauténtico ignora la verdad, vive ofuscado en una minúscula parcela de la realidad, aferrándose a asegurarse su placer y a esquivar el sufrimiento. No comprende que la verdad no es esa, sino que la verdad conlleva a aceptar todo el drama, y que por mucho que se empecinen en darle la espalda y vivir en la mediocridad, el sufrimiento no le es ajeno. El sujeto inauténtico pone todo su empeño en crear una ficción que excluya el dolor, y su seguridad está puesta precisamente en mantener esa ilusión.

Por otra parte, la existencia auténtica se resume en ese momento tácito y pasional de la angustia, y en este momento el hombre está absolutamente solo frente a la única certeza insuperable del destino, la muerte. Y es auténtica porque es honesta con la verdad, quiere decir, es consciente de que la muerte y el sufrimiento existen por mucho que se busque autoconvencerse de lo contrario.

Pues bien, en una sociedad absolutamente descreída e individualizada, el último coletazo de “profundidad” es el concepto de felicidad. La felicidad es el gran eslogan de nuestro tiempo, es el refugio de los ignorantes. Pero sobre todo, es genuinamente inauténtico y falso, porque pone todo su empeño en escapar del sufrimiento, busca lograr un imposible.

Detrás de esta moda, hay una enorme incapacidad de enfrentarse a la realidad. Esta incapacidad lleva al sujeto a reforzar su mentira, a dar palos de ciegos y a buscar consuelo en aquello que no llena. Todo su esfuerzo va enfocado al autoengaño de que todo va bien, no dejando más opción que la mentira y la huída.

Por ello desconfío enormemente del concepto de felicidad. Éste está presente en todos los ámbitos de nuestra vida y nos recuerda constantemente que debemos cumplir sueños, objetivos y metas, conduciéndonos a una vida inauténtica, superficial y mediocre. Porque no se trata de ser feliz porque sí, sino de tener motivos reales para ello, esto es, de encontrar un sentido al sufrimiento, dado que éste, desgraciadamente, es inevitable.

Si es de tu interés, iré subiendo los próximos artículos a esta  página de Facebook, llamada Effetá.

https://www.facebook.com/Effet%C3%A1-1662125064044311/?fref=ts

 

7 comentarios en “La moda de ser feliz

  1. Enhorabuena por tus escritos, son un regalo para el mundo! La reflexión y la profundidad que hay en ellos llegan y llenan. Me gustaría hacer una propuesta, no como una lección ni como algo obligatorio, sino simplemente para seguir creciendo no solo en la escritura sino también personal e interiormente. Y es sencillamente el detalle de utilizar la palabra ‘hombre’ para englobar a toda la humanidad o población. Utilizar esa palabra se queda corta en comparación con algo tan amplio y global como es el tema de la felicidad y demás. Quizás decir la humanidad o las personas (es más inclusivo) y nos llega mejor, en mi opinión.
    Gracias por invitarnos a reflexionar así, de corazón!

    Le gusta a 1 persona

  2. Enhorabuena, me ha gustado mucho . Ha sido un placer leerlo🙂👏🏻. Explicar “haciendo fácil” a éste gran filósofo es todo un logro !
    He estado unas semanas en Alemania haciendo un curso y he aprovechado para leer incluso algo de Heidegger 😄 … y siempre me resulta difícil aunque tán interesante !
    Felices fiestas

    Me gusta

  3. Enhorabuena por el blog, Ignacio. Gracias por tener la valentía de expresar tu visión del mundo y del ser humano. Este post da para mucho… Es cierto todo eso que cuentas de la moda de ser feliz y justificarlo ante otros. Es cierto lo de las redes, y lo del concepto mal entendido de la felicidad. Sin embargo, me surge un matiz… Tal y como yo lo entiendo, sí se trata de ser feliz porque sí. Porque a eso vinimos. A ser felices, no a sufrir. El sufrimiento es un invento del ego, una manipulación de la mente, a la que hemos cedido nuestro poder personal. Ése que portamos con nosotros desde que nacemos. Y que nos es arrebatado a edad temprana por la sociedad, el sistema educativo, los valores imperantes, las creencias que nos inculcan nuestros mayores… Un niño SABE cómo ser feliz. Trae unos dones y un propósito de vida. Pero si las personas que tiene alrededor no son conscientes de esto, y no lo ayudan a conectar con esos dones y averiguar su propósito, el niño poco a poco se desconecta. Y, a medida que va creciendo, se va sintiendo más inseguro, confuso y vacío en este mundo. Resultado: adultos que no saben lo que quieren, inconformistas, depresivos, estresados… Ya no recordamos que somos ALMAS que vinimos a disfrutar y aprender de esta experiencia terrenal y que teníamos en nuestro interior todo para ser felices.
    Gracias por este espacio. Mucha suerte.

    Me gusta

  4. Enhorabuena Ignacio, lo que escribes está lleno de corazón y razón. Me ha llegado casualmente y leerlo ha sido y regalo para mí. Muchas gracias por esta preciosa y certera reflexión. Intentaré seguirte. Un saludo.

    Me gusta

  5. El lenguaje «inclusivo» es otra farsa más que intenta tapar el sol con un dedo haciendonos creer que de un plumazo, eliminando el principio de economía en el lenguaje (que es el principio, x ej. de usar «hombre» para denominar a los especímenes de Homo Sapiens Sapiens) se elimina también lo que nos diferencia y distingue de manera natural e inevitable. Felicidad, inclusión, multiculturalismo, entre muchas y aberrantes modas modernas.

    Me gusta

  6. Yo creo todo lo contrario. No creo que aquel que este subiendo una foto de lo rica q es su comida o de lo perfecta q es su vida no este sufriendo, o no haya sufrido ya en algún momento de su vida, porque lamentándolo nadie se libra de sentirlo.
    Por eso, en mi opinión, la felicidad es un sentimiento precioso de superación que solo tienen el lujo de sentir aquellos que son conscientes de que su situación nunca es la peor y q por tanto siempre hay algun motivo para agradecer y para dar la única cosa valiosa q tenemos, que es el amor.
    De hecho pienso que el dar amor, el comprender, el tener empatia, etc., es la única cadena posible para sentir felicidad, y el motivo es bastante sencillo; imagina que al lado tuya existe una persona que siente que está viviendo la peor situación a la que tiene que enfrentarse, o simplemente sin saberlo tienes cerca un allegado de ella, pues bien, si consigues dar gratuitamente y la otra persona siente que es así ,seguro que esa persona acaba tan agradecida que inconscientemente le saldrá ser así con otra persona ,y si no es así, como el dar amor gratuitamente es independiente de la persona ,es decir ,no solo lo haces con una si no con todas las que te encuentres en el trayecto de tu reccordio , más tarde o más temprano seguro que le llega ese
    amor incondicionado a esa persona que de verdad piensa en que está viviendo su peor momento, y quizás, le lleve un tiempo para aceptarlo pero puede que gracias a esto tenga que aceptar que ya no está viviendo la peor de sus situaciones, pq ese amor le está abriendo una nueva puerta, una nuevas ganas de vivir.
    Yo , personalmente, a pesar de que nunca haya sentido que estoy viviendo mi peor situación, puedo afirmar que la cadena funcilna, porque yo soy testigo a diario de ver grandes cambios en las personas.
    De hecho, confío plenamente, en que cuando me tenga que enfrentar a mi peor situación,la cadena llegué con fuerzas a mí para poder repetirme a mi misma q esa sensación la puedo tener solo un día porque al día siguiente necesito recuperar fuerzas pq en el momento q lo tenga que pasar ,ya estara pasado, ya no hay más miedo q valgan,y por desgracia ahora el turno será para otra persona y ese otro/a me necesita. Y bueno, si por otra de las casualidades la cadena no m llega en ese momento, por lo menos se q sacaré fuerzas recordando que yo sí he sido feliz los años que he estado aquí he conseguido lo más valioso, y ha sido ver el cambio de esas personas cuando han recibido mi amor.
    Y es por eso, a mí realmente me da igual si esa persona que está haciendo que la cadena funcione sube mil fotos a fb o imnastigram. Lo único que realmente me importa es que nunca pare de hacerla funcionar.
    Y si por otro lado, aquella persona enganchada a las redes sociales, no es de las que hacen que funcione la cadena, tampoco lo voy a criticar, pq el no tiene la culpa de no haber sentido este sentimiento de la cadena. Yo seguiré actuando así hasta que consiga que le llegue. Ya sólo queda esperar

    Me gusta

Deja un comentario